La herramienta, que estuvo activa recabando datos tras el final del confinamiento total de 2020 a finales de junio hasta finales del mes de agosto, volverá a activarse en las próximas semanas para ofrecer nueva información en el verano de 2021. Cuando se ponga de nuevo en marcha, mostrará diariamente y de forma pública los resultados de zonas activas (clusters) de COVID-19.
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Gracias a una técnica denominada análisis de clúster espacio-temporales emergentes (STSS por sus siglas en inglés), esta herramienta permite caracterizar la difusión espacial y temporal de la incidencia de COVID-19. Su principal objetivo es detectar brotes activos para facilitar la toma de decisiones de salud pública; el sistema se alimenta de los datos de casos diarios confirmados de COVID-19 declarados a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), que coordina el CNE.
Los resultados ahora publicados demuestran que la herramienta detectó el progresivo aumento de clústeres activos y municipios afectados por brotes, y señala que la propagación se produjo en el periodo de estudio partiendo de escasos conglomerados de pocos casos en junio, localizados en determinadas regiones, hasta alcanzar una distribución a nivel nacional de conglomerados más grandes que abarcaron un número promedio mucho más alto de municipios y casos totales a fines de agosto.
Con estos datos, el estudio concluye que la vigilancia de la COVID-19 basada en esta herramienta STSS puede ser útil en un escenario de baja incidencia para ayudar a gestionar brotes emergentes capaces de impulsar una transmisión generalizada. Si se da el caso, el sistema permite seguir a tiempo real las tendencias espacio-temporales de distribución y difusión de la enfermedad; observando la agregación de grupos en el espacio y el tiempo, como se observó el año pasado, puede anticipar la posible ocurrencia de una transmisión comunitaria, y facilitar la adopción de las medidas oportunas.
El artículo está liderado por Diana Gómez-Barroso, científica titular del ISCIII en el CNE y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), y Nicolás Rosillo, médico residente de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario 12 de Octubre. Entre los firmantes también están Javier Del-Águila-Mejía; Ayelén Rojas-Benedicto; María Guerrero-Vadillo; Marina Peñuelas; Clara Mazagatos; Jordi Segú-Tell y Rebeca Ramis, todos ellos del CNE y del CIBERESP.
Las investigadoras concluyen que el sistema de vigilancia basado en la herramienta STSS ha tenido una utilidad significativa para caracterizar la evolución de los clusters de COVID-19 durante el verano de 2020 en España, por lo que su aplicación durante el próximo verano, en el que se espera una situación más favorable gracias entre otros factores a la influencia de la vacunación, puede suponer una ayuda para mejorar la detección de posibles brotes y la toma de decisiones.
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Referencia del artículo:
Rosillo, N., Del-Águila-Mejía, J., Rojas-Benedicto, A. et al. Real time surveillance of COVID-19 space and time clusters during the summer 2020 in Spain. BMC Public Health 21, 961 (2021).
https://doi.org/10.1186/s12889-021-10961-z.