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El Centro Nacional de Microbiología, reacreditado para 2022 como laboratorio de referencia de la OMS para polio

​Imagen exterior del Centro Nacional de Microbiología, situado en el Campus de Majadahonda del ISCIII.

​El Laboratorio Nacional de Poliovirus (LNP), que coordina el ISCIII desde la Unidad de Enterovirus y Gastroenteritis Víricas​ del Centro Nacional de Microbiología (CNM), acaba de ser certificado para 2022 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La vigilancia de la poliomielitis en España y la certificación anual del LNP no ha dejado de hacerse desde 1998, cuando se estableció el Plan de Acción en España para la Erradicación de la Poliomielitis​, incluso durante los últimos dos años, en el ámbito de la actual pandemia por SARS-CoV-2. 


De igual manera, el CNM ha sido también reacreditado por la OMS como laboratorio de referencia para 2022 para sarampión y rubéola. De esta manera, el ISCIII continúa cumpliendo con los estándares de calidad de la red mundial de laboratorios de referencia de la OMS para la investigación y manejo de estas dos enfermedades​; el CNM trabaja en colaboración con el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) en el desarrollo de su labor como laboratorio de referencia. Además, el ISCIII cuenta con otros laboratorios de referencia para la OMS en otras patologías, como es el caso de la leishmaniasis y la gripe, entre otras. 


La poliomelitis, causada por los poliovirus (PV) tipos 1, 2 y 3, es una enfermedad infecciosa que puede afectar al sistema nervioso central, principalmente en niños y que está erradicada en España desde hace más de 20 años. Se transmite de persona a persona a través de secreciones respiratorias o por vía fecal-oral, y se previene mediante el uso de una vacuna. La mayoría de infecciones de PV son asintomáticas y sólo en el 1% de casos el virus puede, a través de la sangre, llegar a las neuronas motoras de la médula espinal, destruirlas y provocar debilidad muscular y la denominada parálisis flácida aguda (PFA). En sus formas más graves, la parálisis llega a ser permanente y puede provocar, además, la muerte en algunos casos. 


Vigilancia de la poliomelitis: riesgo muy bajo

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La vigilancia de PV en España se realiza mediante la vigilancia de casos de poliomielitis, con la notificación e investigación de cualquier sospecha de esta enfermedad o de cualquier cuadro de PFA. El Sistema de Vigilancia de PFA se implantó en 1998 y se inicia con la notificación urgente de todo caso de PFA en menores de 15 años; la notificación desencadena un proceso de investigación epidemiológica, clínica y de laboratorio para descartar/confirmar el caso de polio, clasificarlo de forma adecuada y, si procede, instaurar rápidamente las medidas de intervención. 


La vigilancia de casos se complementa con la vigilancia de enterovirus y con la vigilancia medioambiental. El objetivo en ambas es demostrar la ausencia de PV entre los enterovirus caracterizados en muestras clínicas de pacientes con cuadros clínicos diferentes a PFA en el primero, y en aguas residuales en el segundo. 


El LNP del CNM coordina en España el estudio virológico de la PFA. Actualmente sólo tres comunidades autónomas -Canarias, Cataluña y Andalucía- disponen de laboratorios que realizan el estudio virológico de las muestras de heces en pacientes con PFA, por lo que el estudio de muestras provenientes del resto de comunidades se hace en el laboratorio del CNM. El LNP es acreditado anualmente mediante la superación de un control de calidad (proficiency test for virus isolation and accreditation report) enviado por la OMS a través de WHO Global Polio Laboratory Network. Asimismo, el LNP prepara controles de calidad para la acreditación anual de los tres laboratorios autonómicos citados anteriormente. 


Desde que en 1988 se lanzara la Iniciativa para la Erradicación Mundial de la Poliomielitis (GPEI), los casos de polio se han reducido en más de un 99% a nivel mundial. Cinco de las seis regiones de la OMS ya han alcanzado este objetivo. Actualmente Afganistán y Pakistán son los únicos países considerados endémicos de polio; para mantener un territorio ‘libre de polio’ y evitar la reintroducción del virus se requieren elevadas coberturas de vacunación en todos los grupos de población y niveles geográficos y un sistema de vigilancia de PV activo. 


En España la vacuna de polio oral se sustituyó por la vacuna inactivada en el año 2004. Desde 1996 la cobertura nacional con tres dosis de vacuna de polio supera el 95%; el último caso endémico de polio fue en 1998 y España se certificó cómo libre de la enfermedad en 2002, junto al resto de la Región Europea. El estudio anual de los casos de PFA junto con el de otras infecciones causadas por los enterovirus no-polio, permite llevar a cabo la vigilancia y el control de la transmisión de la enfermedad en nuestro país. 


Así, y gracias a ello, desde 2004 se han podido detectar y caracterizar tres casos importados de PV derivados de vacuna (PVDV): en 2005, se identificó PVDV-2 en un niño de Marruecos con una importante inmunodeficiencia primaria que le causó parálisis; en 2019, se detectó excreción de PVDV-1 y 3 por parte de un adulto pakistaní inmunodeprimido sin síntomas neurológicos y, más recientemente, en 2021, se aisló PVDV-2 en una niña de Senegal con PFA. En ninguno de los casos se identificó circulación de los PVDV ni transmisión a la población, confirmando que el riesgo de poliomielitis en España es muy bajo. 


Sarampión y rubeola

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En el caso del sarampión y la rubeola, la OMS revisa también cada año la acreditación de los laboratorios de esta red mundial, una acreditación que puede ser de tres tipos: puede avalar el trabajo de laboratorio sobre serología con los virus de ambas infecciones; puede incluir también el diagnóstico por PCR, y puede sumar a estos dos trabajos el genotipado con técnicas de secuenciación genómica. El Centro Nacional de Microbiología cuenta con la acreditación más completa, la que cubre estas tres labores: serología, PCR y genotipado. 


Con esta acreditación, el ISCIII continúa acreditando su calidad como laboratorio de referencia en España para sarampión y rubeola, una distinción que se traduce en la coordinación de la red nacional de laboratorios para estas dos enfermedades. Así, el Centro Nacional de Microbiología coordina la los laboratorios de todas las comunidades autónomas, y ejerce una posición de complemento a su labor: si algún laboratorio autonómico tiene alguna limitación o problema para la realización de su trabajo, el laboratorio del CNM se encarga de garantizar su función. ​​