20 de Diciembre de 2016.- Las Agencias de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias no solo evalúan técnicas, procedimientos o tecnologías
nuevas que se vayan a introducir en el Sistema Nacional de Salud, sino
también algunas de las ya introducidas condicionadas a la generación de
nueva evidencia, cuando existe incertidumbre sobre su efectividad o
seguridad , su comportamiento en grupos de población específicos o son
de previsible alto impacto económico u organizativo. Es lo que se
conoce como estudios de monitorización (EM) y su objetivo es
obtener información práctica y real sobre la efectividad, seguridad y
eficiencia de su empleo en el contexto de su uso habitual.
En la reciente Jornada celebrada en
Zaragoza de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud, Jesús González
Enríquez , miembro de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias
del Instituto de Salud Carlos III (AETS-ISCIII), explicó las
características de dichos estudios y sus aportaciones al SNS ya que esta
herramienta permite no retrasar el acceso a tecnologías que, a priori,
son prometedoras para los pacientes pero que se incluyen en la cartera
con la exigencia de su aplicación bajo protocolos de estudio que generen
nuevas evidencias.
Cada EM que se pone en marcha está
coordinado por una de las Agencias integradas en la Red Española de
Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del
SNS.. La tecnología objeto del EM se aplica solo en centros sanitarios
designados por las Comunidades Autónomas (CCAA) y en base a un protocolo
específico. Todos los pacientes que cumplan los criterios establecidos
en dicho protocolo tendrán acceso a la tecnología sujeta a EM.
Protocolos consensuados
Las agencias coordinadoras ya han
elaborado y consensuado los protocolos, con la participación de
Sociedades Científicas y clínicos expertos designados por las CCAA, con
participación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios y la SG de Cartera Básica de Servicios, revisados por las
empresas y ratificados por la Comisión de Prestaciones Aseguramiento y
Financiación. También han definido los criterios de exclusión e
inclusión de pacientes, las variables a recoger y supervisarán la
recogida de información y analizarán los resultados finales.
Las CCAA son las encargadas de designar
los centros participantes, que deben cumplir las condiciones de
utilización de la tecnología y los requisitos materiales, personales y
formativos establecidos en el protocolo. Los informes finales de los EM
facilitarán el mantenimiento o exclusión de a técnica de la cartera de
servicios del SNS o la modificación de sus condiciones de utilización.
Ya se han iniciado los siguientes cuatro
EM, así como designado su respectiva agencia coordinadora: Stent
esofágico biodegradable para patología benigna, y Dispositivo de cierre
(Oclusor) de la orejuela auricular izquierda que serán estudiados por la
AETS-ISCIII; Válvula endobronquial, cuyo análisis correrá a cargo del
Servicio de Evaluación y Planificación del Servicio Canario de Salud.
(SESCS) y Sistema de reparación percutáneo de la válvula mitral mediante
clip, que correrá a cargo del Servicio de Evaluación de Tecnologías
Sanitarias del Gobierno Vasco (OSTEBA).