Desde su fundación, la Unión Europea (UE) ha contado con varios instrumentos para cofinanciar las inversiones que permitan alcanzar objetivos comunes. Más de la mitad de los fondos de la UE se canalizan a través de los llamados Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE), que están gestionados conjuntamente por la Comisión Europea y por los países de la UE. A través de estos fondos europeos se impulsa la conocida como Política de Cohesión, cuyo objetivo es reducir las diferencias en desarrollo económico y social que existen dentro de la Unión.
La gestión de estos fondos se realiza de manera compartida entre la UE y los estados miembros, que planifican dentro de su territorio el reparto y uso de los fondos, a menudo a través de convocatorias competitivas de subvenciones.. Los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, que financian diversas ayudas y convocatorias de subvenciones impulsadas desde ministerios, comunidades autónomas y entidades locales, son seis:
Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER),
Fondo Social Europeo Plus (FSE+), Fondo de Cohesión, Fondo de transición justa (FTJ), Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA). Además de estos, la Unión Europea ha desarrollado otros fondos en los últimos años, en relación con la pandemia de COVID-19, como el
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y el
Instrumento NextGenerationEU, destinados a reparar los daños provocados por la pandemia y a construir un futuro más sostenible.
Álvaro Cuesta, de la Subdirección General de Redes y Centros de Investigación Cooperativa del ISCIII, explica en este vídeo qué son los fondos europeos y cómo trabaja con ellos el Instituto.
Los fondos europeos se destinan a
cinco prioridades: Innovación y digitalización, Descarbonización, Conexiones digitales y transporte, el Pilar Europeo de Derechos Sociales y Desarrollo urbano. La ciencia es, de esta manera, una de las prioridades. El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), como agente financiador de la investigación biomédica y sanitaria en España, gestiona dos tipos de fondos europeos: el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo Plus (FSE+).
El Fondo Social Europeo nació con la Comunidad Económica Europea, en 1957. FSE+ busca invertir en personas: favorecer la inclusión, el empleo y la formación y educación. Por su parte, FEDER lleva promoviendo la política de Cohesión desde 1975, y busca corregir desequilibrios regionales para lograr que las regiones históricamente menos ricas o desarrolladas se acerquen a las regiones más avanzadas. Ambos fondos han sido claves para el proceso de convergencia europea, facilitando que países como España o los de Europa del Este se hayan ido incorporando al mercado único europeo y modernizando sus economías y mercados de trabajo, y continúan hoy apoyando a todos los países de la Unión en inversiones relacionadas con el crecimiento verde, digital e inclusivo.
Los Fondos Europeos persiguen varios objetivos políticos, dos de ellos de especial relevancia para las actuaciones del ISCIII: FEDER promueve “una Europa más competitiva e inteligente, promoviendo una transformación económica innovadora”, y FSE+ impulsa “una Europa más social e inclusiva, por medio de la aplicación del pilar europeo de derechos sociales”. Entre otras cuestiones, los fondos europeos proporcionan financiación para que los investigadores realicen proyectos de investigación e innovación, así como para la contratación de personal investigador y en formación, todo ello, en el caso del ISCIII, en el ámbito de la biomedicina y la salud.
Proyectos y ayudas concedidos por el ISCIII
Se trata de un modelo de cofinanciación para la investigación, mediante el cual el Instituto aporta el 100% del dinero, que posteriormente se recupera en parte gracias a la aportación europea. De esta manera, los fondos europeos suponen un complemento al importante esfuerzo nacional que se realiza en financiación de la I+D+I en salud.
Durante el anterior periodo de programación de fondos europeos (2014-2020), el Instituto concedió cerca de 4.000 proyectos susceptibles de absorber fondos europeos, en el marco de la Acción Estratégica en Salud (AES), la principal herramienta para financiar investigación biomédica y sanitaria en España. Estos proyectos han permitido financiar líneas estables de investigación y de calidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS), así como proyectos de carácter aplicado y clínico. También han cofinanciado estructuras estables dependientes del Instituto que dan servicio a toda la comunidad investigadora en biomedicina de España, como las
Plataformas ISCIII de apoyo a la I+D+I en Biomedicina y Salud o las
Redes Temáticas de Investigación Cooperativa en Salud (antes conocidas como RETICS, ahora RICORS) orientadas a investigación en distintos tipos de enfermedades, entre otras.
En este mismo periodo el ISCIII concedió más de 2000 ayudas destinadas a la formación y atracción de talento investigador. Estas ayudas competitivas son los primeros pasos que permiten a jóvenes investigadores de talento comenzar su carrera investigadora o establecerse como científicos independientes en el ámbito de la salud. Las actuaciones específicas que reciben el apoyo de los fondos lo hacen a través de un proceso de cofinanciación, de forma que cada país financia una parte del gasto con los fondos provenientes de Europa y sufraga otra parte de su propio presupuesto.
Los proyectos y ayudas que se cofinancian con fondos europeos pueden recibir desde un 40% hasta un 85% de su importe de cofinanciación europea. En el periodo 2014-2020 el ISCIII recibió alrededor de 131 millones de euros para cofinanciar parte de los citados proyectos y ayudas. En promedio, para aquellos proyectos y ayudas por los que se recibió cofinanciación Europea, los fondos provenientes de Europa supusieron un 64% del importe total de financiación concedido por el ISCIII .
Desde su entrada en la Unión Europea en 1986 hasta hoy, los sistemas españoles de Salud y de Ciencia, Tecnología e Innovación se han desarrollado hasta alcanzar los estándares de los países de nuestro entorno. Los fondos europeos han ayudado a que España sea hoy una potencia científica de primer nivel, situándose por ejemplo como el undécimo país del mundo en producción investigadora. Uno de los retos es seguir progresando en innovación y transferencia, un objetivo para el que los fondos europeos son también muy relevantes.